La historia de Drugo Vermol no es mas que la repeticion de vidas anteriores unidas en un mismo lugar, en Truasia, en el bucle eterno de la historia universal que circularmente se repite hasta que no encuentre donde ir, donde estar y donde pre-existir, Drugo Vermol no nacio, Drugo Vermol no murio, Drugo Vermol es y no es, existe y no existe, es cien veces mas frio y cien veces mas caliente que todo aquello que haya aparecido en la faz de esta tierra, de nuestra tierra.
El no sufre, el no tiene interpretacion de las cosas, el trasciende la propia existencia simplemente para soportarla en silencio. Su infancia no fue mas que la simple presentacion de lo que algunas sutilezas pueden agregar a la construccion del ser. Parece barbaro esto, pero no.
Es solamente la primera condicion para que el dios, el ser y la naturaleza vuelvan a ser uno. Drugo Vermol provee a la historia de unicidad. No hay antes, no hay despues, no hay mientras, solo es uno, uno indivisible, unico y eso es la existencia de Drugo Vermol y todo lo que lo rodea.
Un dia fue a jugar a la pelota, el encontro que la pelota no era el glorificado odio del diablo, no, era una pelota. Y se encontro mientras jugaba a la pelota con su mas ardiente enemigo el tiempo. El tiempo es lo que a Drugo, es al mundo lo que Drugo Vermol es a la inexistencia, es lo que hace que exista y no exista, es la virtud y la divinidad, lo digo sin moralina, hasta el punto que yo noto precisamente esta corrupcion del ser, de la decadencia, del mundo, de la casa, de la tierra, de todos menos B.B.B.
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